Paciente sentado sobre la cama de un hospital,, mirando hacia la ventana de la habitación
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Derechos del paciente: lo que es necesario saber

Introducción

Los derechos del paciente constituyen un eje central en la práctica médica moderna. Son esenciales no solo para garantizar una atención sanitaria ética y de calidad, sino también para proteger la dignidad, la autonomía y la integridad de las personas que requieren asistencia médica.

En el corazón de una atención ética y humanitaria se encuentran estos derechos fundamentales, que no solo resguardan al paciente, sino que también estructuran una relación médico-paciente basada en la confianza, el respeto y la toma de decisiones compartidas.

Este artículo tiene como objetivo analizar los derechos del paciente desde una perspectiva legal y ética, destacar su relevancia en la práctica médica y fomentar su difusión tanto a nivel individual como colectivo.

La importancia de difundir los derechos del paciente

Difundir los derechos del paciente permite:

  1. Empoderar al paciente para que participe activamente en su proceso de atención.
  2. Promover la autonomía personal en la toma de decisiones médicas.
  3. Garantizar una atención centrada en la persona, más justa y equitativa.
  4. Prevenir prácticas abusivas o paternalistas.
  5. Fortalecer la confianza en los profesionales y el sistema de salud.
  6. Fomentar la transparencia en la comunicación médico-paciente.
  7. Reducir conflictos legales mediante prácticas claras e informadas.
  8. Favorecer la ética profesional, al reforzar el respeto por el paciente.
  9. Mejorar la calidad de la atención médica.
  10. Fortalecer el acceso a la salud como derecho humano fundamental.

Ética y autonomía del pacien00te

La autonomía del paciente constituye un principio fundamental de la bioética. Implica el derecho a decidir libremente sobre su cuerpo y sus tratamientos. Esta autonomía se expresa a través del consentimiento informado, el acceso a la información clara y la posibilidad de rechazar procedimientos médicos.

La relación médico-paciente debe ser una alianza basada en la confianza y el respeto mutuo, donde:

  • El paciente elige a su médico o equipo de salud.
  • El médico acepta asistirlo y actúa con competencia técnica, empatía y ética.
  • Ambos cumplen roles definidos: el paciente aporta sinceridad y responsabilidad, y el médico orientación profesional y respeto por sus derechos.

Derechos del paciente frente al equipo de salud

Los principales derechos del paciente incluyen:

  • Ser tratado con respeto, dignidad y cortesía.
  • Recibir atención médica oportuna y adecuada.
  • Acceder a información comprensible sobre su estado de salud, diagnósticos y alternativas terapéuticas.
  • Formular preguntas y recibir respuestas claras.
  • Otorgar o rechazar su consentimiento para tratamientos médicos.
  • Resguardar su privacidad y confidencialidad.
  • Obtener copias de su historia clínica.
  • Solicitar segundas opiniones.
  • Ser informado sobre eventuales conflictos de interés del profesional.
  • Gozar de continuidad en la atención, sin interrupciones arbitrarias.

Marco legal en Argentina

En la República Argentina, los derechos del paciente están regulados por un marco normativo sólido, que garantiza el respeto a la dignidad, la autonomía y la privacidad de las personas en el ámbito de la salud.

I. Consentimiento informado

Es el derecho del paciente a aceptar o rechazar cualquier procedimiento médico, luego de haber recibido información completa, clara y adecuada a su nivel de comprensión.

Normas que lo regulan:

  • Código Civil y Comercial de la Nación (Art. 59 y Art. 60): Exige el consentimiento libre e informado para toda intervención médica, y establece que debe ser escrito en procedimientos de riesgo o invasivos.
  • Ley N° 26.529 de Derechos del Paciente: Establece que el consentimiento es un derecho irrenunciable y exige que la información sea veraz, suficiente y oportuna.
  • Código de Ética de la Confederación Médica Argentina: Obliga a los profesionales a explicar con claridad la naturaleza, alcance, riesgos y beneficios de los procedimientos.
  • Leyes provinciales complementarias, como la Ley N° 10.579 de la provincia de Buenos Aires.

II. Confidencialidad médica y secreto profesional

El derecho a la confidencialidad protege la información médica personal del paciente. Su violación puede tener consecuencias legales y éticas para los profesionales.

Principios clave:

  • Los datos clínicos, diagnósticos y tratamientos no deben ser divulgados sin consentimiento expreso del paciente, salvo en los casos previstos por la ley.
  • Todos los integrantes del equipo de salud están obligados a guardar confidencialidad.
  • La obligación de confidencialidad persiste incluso luego de finalizada la relación médico-paciente.

Excepción en pericias judiciales:

Cuando la justicia requiere al médico para realizar una pericia, este puede proporcionar solo la información estrictamente necesaria para cumplir con el requerimiento, respetando el principio de proporcionalidad. Es fundamental que el paciente sea informado previamente sobre los alcances y limitaciones del secreto profesional en estos contextos.

III. Acceso a la historia clínica

Todo paciente tiene derecho a acceder a su historia clínica, solicitar copias y requerir correcciones cuando existan errores.

Aspectos legales relevantes:

  • Ley 26.529: Establece el derecho a obtener copias en un plazo razonable y con un costo acorde.
  • Los registros médicos deben ser claros, completos y veraces, respetando la confidencialidad y el derecho del paciente a la información.
  • Este acceso refuerza la transparencia y permite ejercer de manera efectiva otros derechos, como el consentimiento informado y la posibilidad de solicitar segundas opiniones.

Conclusión

Difundir y proteger los derechos del paciente no es una tarea secundaria: es un deber ético, legal y profesional. En Argentina, estos derechos se encuentran respaldados por un marco normativo que busca garantizar una atención médica basada en la dignidad, la autonomía y la equidad.

Los profesionales de la salud tienen la responsabilidad de conocer estos derechos, promover su cumplimiento y actuar siempre en defensa de la integridad del paciente. Solo a través de una práctica ética y respetuosa se podrá construir un sistema de salud más justo, humano y confiable.

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