Las empresas aseguradoras no solo cumplen un rol económico clave al proteger patrimonios y vidas frente a eventos adversos. En paralelo, se han constituido en una fuente fundamental de datos sistematizados que, analizados estadísticamente, han generado conocimiento científico valioso con impacto directo en la salud, la seguridad, la economía, las políticas públicas y el desarrollo humano.
A continuación, se presenta un recuento de los principales aportes derivados de estas estadísticas:
1. Conocimiento en epidemiología y salud pública
Las aseguradoras de salud, vida y riesgos del trabajo han recolectado datos durante décadas sobre enfermedades, accidentes, causas de muerte, tratamientos y pronósticos. Gracias a ello, ha sido posible:
Identificar patrones de morbilidad y mortalidad por edad, sexo, ocupación y región.
Evaluar la efectividad de tratamientos y estrategias de prevención.
Detectar enfermedades emergentes y cambios en tendencias sanitarias.
Estimar la esperanza de vida ajustada por enfermedades.
2. Prevención de accidentes laborales y enfermedades profesionales
Las estadísticas de siniestros laborales han dado lugar a avances significativos en:
Clasificación de rubros y tareas según nivel de riesgo.
Mejora de protocolos de seguridad y normativas de higiene laboral.
Innovación en tecnologías de prevención.
Seguimiento de patologías ocupacionales, como trastornos musculoesqueléticos.
3. Ciencia actuarial y modelos predictivos
La ciencia actuarial, nacida en el ámbito asegurador, ha desarrollado modelos matemáticos para la predicción de eventos inciertos. Entre sus logros:
Elaboración de tablas de mortalidad y supervivencia.
Cálculo de primas basadas en riesgo individual y colectivo.
Desarrollo de técnicas de modelado estadístico y aprendizaje automático.
4. Gestión de sistemas de salud
La información recabada por las aseguradoras es vital para:
Estimar el gasto en salud por grupo poblacional.
Evaluar el desempeño de prestadores y profesionales.
Identificar prácticas innecesarias o de bajo valor.
Promover una medicina basada en resultados.
5. Formulación de políticas públicas
Los datos aseguradores nutren la toma de decisiones en:
Reformas de salud, seguridad social y jubilación.
Regulaciones de seguridad vial, laboral y ambiental.
Evaluación del impacto económico de epidemias y catástrofes.
6. Seguridad vial y transporte
Las aseguradoras vehiculares han contribuido a:
Identificar zonas de alto riesgo en la vía pública.
Mejorar el diseño de infraestructuras viales.
Fomentar el uso de medidas de seguridad.
Analizar comportamientos de riesgo en conductores.
7. Mitigación de catástrofes y cambio climático
Los seguros contra eventos naturales han permitido:
Generar mapas de riesgo por región.
Modelar el impacto económico del cambio climático.
Incentivar prácticas sustentables.
Diseñar seguros solidarios para países vulnerables.
8. Educación financiera y cultura del riesgo
Las estadísticas aseguradoras también han aportado a:
Mejorar la alfabetización financiera de la población.
Comprender el comportamiento humano frente al riesgo.
Desarrollar seguros personalizados y modelos de detección de fraude.
9. Innovación científica y transferencia tecnológica
El sector asegurador impulsa avances mediante:
Financiación de estudios y validación de tecnologías médicas.
Desarrollo de soluciones de telemedicina y monitoreo remoto.
Colaboraciones con universidades e institutos científicos.
10. Estudios demográficos y sociales
Finalmente, las bases de datos aseguradoras permiten:
Analizar fenómenos como el envejecimiento poblacional.
Estudiar los determinantes sociales de la salud.
Realizar investigaciones interdisciplinarias en sociología, economía y medicina.
Conclusión
Las estadísticas de las empresas aseguradoras han trascendido el ámbito privado para transformarse en herramientas de ciencia aplicada. Su riqueza reside en la calidad, cantidad y continuidad de los datos que generan, y su potencial de seguir aportando soluciones a los desafíos más urgentes de la humanidad.
La depresión adolescente es un serio problema de salud mental que causa una persistente sensación de tristeza y pérdida de interés en las actividades. Afecta la manera de pensar, sentir y comportarse de los adolescentes, pudiendo causar problemas emocionales, funcionales y físicos. Aunque la depresión puede ocurrir en cualquier etapa de la vida, los síntomas suelen ser diferentes si afecta al adolescentes o en la etapa de adultos.
Temas como la presión de los compañeros, las expectativas académicas y los cambios del cuerpos pueden traer muchos altibajos en los adolescentes. Para algunos adolescentes, bajonearse son solo sentimientos temporales – pero pueden ser un síntoma de depresión.
La depresión adolescente no es una debilidad o algo que se puede superar con fuerza de voluntad – puede tener consecuencias graves y requiere un tratamiento a largo plazo. En la mayoría de los adolescentes, los síntomas de la depresión se alivian con tratamiento farmacológico y/o psicológico.
Síntomas
PHIL COOMES- bbc.com
Los signos y síntomas de depresión en la adolescencia incluyen un cambio en la actitud y el comportamiento previos del adolescente que puede causar angustia y problemas significativos en la escuela o en el hogar, en actividades sociales u otras áreas de la vida.
Los síntomas de la depresión pueden variar según la gravedad, pero en general los cambios en las emociones y los comportamientos de los adolescentes afectados, pueden incluir los siguientes ejemplos.
Cambios emocionales:
Estar alerta a cambios emocionales, tales como:
• Sentimientos de tristeza, que pueden incluir llanto sin razón aparente
• Sentirse desesperado o vacío
• Humor irritable o molesto
• Frustración o sentimientos de ira, incluso sobre asuntos irrelevantes.
• Pérdida de interés o placer en actividades normales
• Pérdida de interés o conflicto con familiares y amigos
• Baja autoestima
• Sentimientos de inutilidad o culpa
• La fijación de los fracasos del pasado o exagerada auto-culpa o autocrítica
• Extrema sensibilidad al rechazo o al fracaso y la necesidad de seguridades excesivas.
• Problemas para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
• En el sentido actual de que la vida y el futuro son sombríos y desolados
• Pensamientos frecuentes de muerte o muerte por suicidio
Cambios de comportamientos:
Tener cuidado con cambios en el comportamiento, tales como:
• Cansancio y pérdida de energía
• Insomnio o dormir demasiado
• Cambios en el apetito – disminución del apetito y pérdida de peso, o aumento de los antojos de alimentos y aumento de peso
• Uso de alcohol o drogas
• Agitación o inquietud – por ejemplo: ir y venir continuo, estrujamiento de las manos o incapacidad para estar sentado
• Lentitud del pensamiento, del discurso o de los movimientos del cuerpo
• Quejas frecuentes de dolores corporales inexplicables y dolores de cabeza, que pueden incluir consultas médicas frecuentes
• Aislamiento social
• Mal rendimiento escolar o inasistencias frecuentes a la escuela
• Apariencia descuidada
• Estallidos de ira, conductas disruptivas o de riesgo, u otros comportamientos actuados
• Daño a sí mismo: por ejemplo, cortar, quemar o perforar o tatuar excesivamente
• Hacer plan o intento de suicidio
Que es normal y que es anormal
Puede ser difícil reconocer la diferencia entre los altibajos que son sólo parte de las características de la etapa adolescente y la depresión adolescente. Hay que hablar con los jóvenes y tratar de determinar si son capaces de manejar los sentimientos desafiantes y cambios del momento, o si la vida les parece abrumadora.
Cuándo consultar a un médico
Si los síntomas de depresión continúan o empiezan a interferir en la vida del joven, hay que hablar con un médico o un profesional de salud mental capacitado para trabajar con adolescentes. El médico de familia o pediatra del adolescente es un buen lugar por donde comenzar. En caso de no tener referente a quien acudir, la escuela del joven adolescente puede recomendar a alguien.
Es muy probable que los síntomas de depresión no mejoren por sí mismos, incluso pueden empeorar o provocar otros problemas si no se tratan. Los adolescentes deprimidos pueden estar en riesgo de suicidio, aún cuando los signos y síntomas no parecen ser graves.
Si eres un adolescente y piensas que puedes estar deprimido – o tienes un amigo que puede estar deprimido – no esperes para solicitar ayuda. Habla con un proveedor de atención médica tal como tu médico. Comparte tus preocupaciones con un padre, un amigo íntimo, un líder espiritual, un maestro o alguien de tu confianza.
Cuándo pedir ayuda de emergencia
El suicidio suele asociarse con la depresión. Si se piensa que un adolescente puede hacerse daño o intentar suicidarse, llame al número de emergencia médica local, inmediatamente.
También considere estas opciones si se tiene pensamientos suicidas:
• Llame a su especialista en salud mental
• Llame a un número de línea directa de suicidio – si existe en su país.
• Busque ayuda en los médicos de atención primaria u otro profesional de la salud
• Allegarse a un amigo cercano o querido
• Ponerse en contacto con un ministro, líder espiritual o alguien de su comunidad de fe
Si un ser querido o amigo está en peligro de intentar suicidarse o ha hecho un intento:
• Asegurarse que alguien se quede con esa persona
• Llamar al 911 o al número de emergencia local inmediatamente
• O, si se puede hacerlo con seguridad, llevar a la persona a una guardia del hospital más cercano
Nunca debe ignorarse los comentarios o preocupaciones sobre el suicidio. Siempre se debe tomar medidas para obtener ayuda.
Causas
No se sabe exactamente lo que causa la depresión, pero una gran variedad de problemas pueden estar involucrados. Éstas incluyen:
• Química biológica. Los neurotransmisores son sustancias químicas cerebrales de origen natural que transportan señales a otras partes del cerebro y del cuerpo. Cuando estos productos químicos son anormales o alterados, la función de los receptores nerviosos y los sistemas nerviosos cambian, llevando a la depresión.
• Hormonas. Los cambios en el equilibrio del cuerpo de las hormonas pueden estar involucrados en causar o desencadenar la depresión.
• Rasgos heredados. La depresión es más común en las personas cuyos parientes de sangre también tienen la condición.
• Traumatismo en la primera infancia. Los eventos traumáticos durante la infancia, como el abuso físico o emocional o la pérdida de un padre, pueden causar cambios en el cerebro que hacen a una persona más susceptible a la depresión.
• Los patrones aprendidos del pensamiento negativo. La depresión adolescente puede estar vinculada a aprender a sentirse indefensa – en lugar de aprender a sentirse capaz de encontrar soluciones para los desafíos de la vida.
Factores de riesgo
Muchos factores aumentan el riesgo de desarrollar o desencadenar la depresión adolescente, incluyendo:
• Tener problemas que afectan negativamente la autoestima, como la obesidad, los problemas con los compañeros, el bullying a largo plazo o problemas académicos
• Haber sido víctima o testigo de violencia, como abuso físico o sexual
• Tener otras afecciones, como trastorno bipolar, trastorno de ansiedad, trastorno de la personalidad, anorexia o bulimia
• Tener una discapacidad de aprendizaje o trastorno de déficit de atención / hiperactividad (TDAH)
• Tener dolor continuo o una enfermedad física crónica como cáncer, diabetes o asma
• Tener una discapacidad física
• Tener ciertos rasgos de personalidad, como baja autoestima o ser demasiado dependiente, autocrítica o pesimista
• Abuso de alcohol, nicotina u otras drogas
• Ser gay, lesbiana, bisexual o transgénero en un entorno de falta de apoyo
La historia familiar y los problemas con la familia u otras personas también pueden aumentar el riesgo de que un hijo adolescente tenga depresión, como por ejemplo:
• Tener un padre, abuelo u otro pariente de sangre con depresión, trastorno bipolar o alcoholismo
• Tener un familiar que se suicidó
• Tener una familia disfuncional y/o conflictiva.
• Haber vivido eventos estresantes recientes como el divorcio de los padres, el servicio militar de los padres o la muerte de un ser querido
Complicaciones
La depresión no tratada puede resultar en problemas emocionales, de comportamientos y de salud que afectan cada área de la vida de su adolescente. Las complicaciones relacionadas con la depresión adolescente pueden incluir:
• Abuso de alcohol y drogas
• Problemas académicos
• Conflictos familiares y dificultades de relación
• Participación en el sistema de justicia de menores
• Suicidio
Diagnóstico
Cuando se sospecha que hay depresión en adolescentes, el médico suele hacer estos exámenes y exámenes.
• Examen físico. El médico puede hacer un examen físico y hacer preguntas en profundidad sobre la salud de su adolescente para determinar lo que puede estar causando depresión. En algunos casos, la depresión puede estar relacionada con un problema de salud física subyacente.
• Pruebas de laboratorio. Por ejemplo, el médico puede solicitar análisis de sangre citológico completo o análisis de tiroides para asegurarse de que funciona correctamente.
• Evaluación psicológica. Esta evaluación incluye una charla con el adolescente sobre sus pensamientos, sentimientos y comportamientos y puede incluir algún cuestionario. Estos pueden ayudar a identificar el diagnóstico y/o las complicaciones relacionadas.
El médico de salud mental suele utilizar los criterios de síntoma del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría, para diagnosticar la depresión mayor.
Tipos de depresión
Los síntomas causados por la depresión pueden variar de persona a persona. Para aclarar el tipo de depresión que el adolescente padece, el médico puede usar uno o más especificadores, lo que significa depresión con características específicas. Aquí están algunos ejemplos:
• Ansiedad angustiosa – depresión con inusual inquietud o preocupación por posibles eventos o pérdida de control
• Características melancólicas: depresión severa con falta de respuesta a algo que solía traer placer y asociado con el despertar temprano de la mañana, empeoramiento del estado de ánimo por la mañana, cambios importantes en el apetito y sentimientos de culpa, agitación o lentitud
• Rasgos atípicos – depresión que incluye la capacidad de ser temporalmente animado por eventos felices, aumento del apetito, necesidad excesiva de sueño, sensibilidad al rechazo y sensación de pesadez en los brazos o las piernas
Otros trastornos que causan síntomas de depresión
Varios otros trastornos incluyen la depresión como un síntoma. Un diagnóstico preciso es la clave para obtener el tratamiento adecuado. La evaluación del médico o profesional de salud mental ayudará a determinar si los síntomas de la depresión son causados por una de estas condiciones:
• Trastornos bipolares I y II. Estos trastornos del estado de ánimo incluyen cambios de humor que van desde máximos importantes a mínimos graves. A veces es difícil distinguir entre trastorno bipolar y depresión.
• Trastorno ciclotímico. El trastorno ciclotímico implica altos y bajos que son más suaves que los del trastorno bipolar.
• Trastorno perturbador de la desregulación del estado de ánimo. Este trastorno del estado de ánimo en los niños incluye irritabilidad crónica y severa y enojo con frecuentes estallidos de temperamento extremo. Este trastorno típicamente se convierte en trastorno depresivo o trastorno de ansiedad durante la adolescencia o la edad adulta.
• Trastorno depresivo persistente. A veces llamado distimia, esta es una forma menos grave pero más crónica de la depresión. Aunque generalmente no es incapacitante, el trastorno depresivo persistente puede permitir el funcionamiento normal en las rutinas diarias y vivir la vida al máximo.
• Trastorno disfórico premenstrual. Esto implica síntomas de depresión asociados con cambios hormonales que comienzan una semana antes y mejoran dentro de unos días después del inicio de un período menstrual y son mínimos o desaparecen después de que termine el período.
• Otras causas de depresión. Esto incluye la depresión causada por el uso de drogas recreativas, ciertos medicamentos recetados u otra condición médica.
Tratamientos para la depresión adolescente
La elección del tratamiento depende del tipo y la gravedad de los síntomas del adolescente. Una combinación de terapia de la charla (psicoterapia) y la medicación puede ser muy eficaz para la mayoría de los adolescentes con depresión.
Si su hijo tiene depresión severa o está en peligro de autoagresión, puede necesitar una internación hospitalaria o participar en un programa de tratamiento ambulatorio hasta que los síntomas mejoren.
Aquí está una mirada más cercana a las opciones de tratamiento de la depresión.
Medicamentos
Existen medicamentos antidepresivos aprobados para el tratamiento de la depresión en adolescentes. Hay que hablar con el médico especialista sobre las opciones de cada medicamento y los posibles efectos secundarios, ponderando los beneficios y los riesgos.
Cualquier persona que tome un antidepresivo debe ser vigilada de cerca por el empeoramiento de la depresión o comportamientos inusuales, especialmente cuando comienza por primera vez un nuevo medicamento o con un cambio en la dosis. Si el adolescente tiene pensamientos suicidas mientras toma un antidepresivo, hay que comunicarse inmediatamente con su médico o buscar ayuda de emergencia.
Para la mayoría de los adolescentes, los beneficios de tomar un antidepresivo probablemente superen cualquier riesgo. Hay que tener en cuenta que los antidepresivos tienen más probabilidades de reducir el riesgo de suicidio a largo plazo al mejorar el estado de ánimo.
Encontrar el medicamento adecuado
Todo el mundo es diferente, por lo que encontrar el medicamento o la dosis adecuada para un adolescente puede necesitar algunas pruebas y errores. Esto requiere paciencia, ya que algunos medicamentos necesitan varias semanas o más para tener pleno efecto y para que los efectos secundarios se alivien a medida que el cuerpo se ajusta. Hay que animar a los pacientes a no darse por vencido.
Los rasgos hereditarios juegan un papel en cómo los antidepresivos le afectan. En algunos casos, cuando están disponibles, los resultados de las pruebas genéticas (realizadas mediante análisis de sangre o frotis de la mejilla) pueden ofrecer pistas sobre cómo el cuerpo puede responder a un determinado antidepresivo. Sin embargo, otras variables además de la genética pueden afectar la respuesta a la medicación.
Administración de medicamentos
Hay que vigilar cuidadosamente el uso de medicamentos en los hijo. Para funcionar correctamente, los antidepresivos deben tomarse de forma constante a la dosis prescrita. Debido a que la sobredosis puede ser un riesgo para los adolescentes con depresión, el médico puede recetar sólo pequeños suministros de píldoras a la vez, o recomendarle a los padres que distribuyan los medicamentos para que el adolescente no disponga de una gran cantidad de píldoras a la vez.
Si el paciente tiene efectos secundarios molestos, no debe dejar de tomar un antidepresivo sin hablar con el médico primero. Algunos antidepresivos pueden provocar síntomas de abstinencia a menos que la dosis disminuya gradualmente. Dejar de fumar repentinamente puede causar un empeoramiento repentino de la depresión.
Antidepresivos y embarazo
Si la adolescente está embarazada o amamantando, algunos antidepresivos pueden representar un mayor riesgo para la salud del niño por nacer o del lactante. Si la adolescente quedara embarazada o planea quedar embarazada, hay que asegúrese que hable con su médico acerca de los medicamentos antidepresivos y el tratamiento de la depresión durante el embarazo.
Psicoterapia
La psicoterapia, también llamada asesoría psicológica o terapia de conversación, es un término general para tratar la depresión al hablar de depresión y problemas relacionados con un profesional de salud mental. Diferentes tipos de psicoterapia pueden ser eficaces para la depresión, como la terapia cognitivo-conductual o la terapia interpersonal.
La psicoterapia se puede hacer uno a uno, con miembros de la familia o en grupo. A través de sesiones regulares, el adolescente puede:
• Aprender sobre las causas de la depresión
• Aprender a identificar y hacer cambios en comportamientos o pensamientos poco saludables
• Explorar relaciones y experiencias
• Encuentrar mejores maneras de lidiar y resolver problemas
• Establecer metas realistas
• Recuperar un sentido de felicidad y control
• Ayudar a aliviar los síntomas de depresión como la desesperanza y la ira
• Ajustes a una crisis u otra dificultad actual
Hospitalización y otros programas de tratamiento
En algunos adolescentes, la depresión es tan grave que se necesita una estadía en el hospital, especialmente si está en peligro de autoagresión o de lastimar a otra persona. Conseguir tratamiento psiquiátrico en un hospital puede ayudar a mantener al adolescente tranquilo y seguro hasta que los síntomas se administren mejor.
Los programas de tratamiento diurno también pueden ayudar. Estos programas proporcionan el apoyo y asesoramiento necesarios mientras el adolescente mantiene los síntomas de depresión bajo control.
Medicina alternativa
Hay que asegurarse que los familiares y el adolescente entienden los riesgos, así como los posibles beneficios si realizan terapias alternativas o complementarias. Este tipo de terapéuticas no sustituyen el tratamiento médico convencional o la psicoterapia. Cuando se trata de la depresión, los tratamientos alternativos no son un buen sustituto de la atención médica.
Las técnicas que pueden colaborar en el tratamiento de la depresión incluyen:
• Acupuntura
• Técnicas de relajación, como la respiración profunda
• Yoga o tai chi
• Meditación
• Imágenes guiadas
• Terapia de Masajes
• Música o terapia de arte
• Espiritualidad
Confiar exclusivamente en estos métodos alternativos, generalmente no es suficiente para tratar la depresión. Pero pueden ser útiles cuando se usan complementariamente al tratamiento farmacológico y/o psicoterapéutico.
«Neurodevelopmental Disorders and Prenatal Residential Proximity to Agricultural Pesticides: The CHARGE Study». Environ health Perspectives DOI: 10.1289/ehp. 1307044. Janie Shelton F., Estella M. Geraghty, Daniel J. Tancredi, Lora D. Delwiche, Rebecca J. Schmidt, Beate Ritz, Robin L. Hansen, y Hertz-Picciotto Irva
Resumen
Antecedentes: la exposición gestacional a varios plaguicidas agrícolas comunes puede inducir neurotoxicidad en el desarrollo en los seres humanos y se ha asociado con retraso en el desarrollo y el autismo.
Objetivos: Evaluar si la proximidad residencial a plaguicidas agrícolas durante el embarazo se asocia con trastornos del espectro autista (TEA) o retraso en el desarrollo (RD) en los Riesgos de Autismo Infantil por Genética y Ambiente (Childhood Autism Risks from Genetics and EnvironmentCHARGE) Estudio.
Métodos: El estudio de CHARGE es un estudio poblacional basados en casos -control de los TEA, retraso del desarrollo (RD) y desarrollo normal. Se vinculó la dirección de residencia de 970 participantes durante la etapa gestacional con los datos de California Pesticide Use Report (1997-2008) del uso y aplicación de plaguicidas comerciales. Litros de ingrediente activo de organofosforados, organoclorados, piretroides y carbamatos se aplicaron dentro de 1,25 km, 1,5 km, y 1,75 km de la casa de residencia de la embarazada. Regresión logística multinomial para estimar la odds ratio (OR) de la exposición comparando los casos confirmados de TEA (n = 486) o DD (n = 168) con referentes de desarrollo típico (n = 316).
Resultados: Aproximadamente un tercio de las madres del estudio CHARGE vivieron, durante el embarazo, a menos de 1,5 km (un poco menos de una milla) de la aplicación de plaguicidas agrícolas. La proximidad a los organofosforados en algún momento durante la gestación se asoció con un aumento del riesgo del 60% para ASD, mayor para las exposiciones 3 rd trimestre [OR = 2,0, intervalo de confianza del 95% (IC) = (1.1, 3.6)], y en el 2º trimestre para aplicaciones de clorpirifos: OR = 3,3 [IC del 95% = (1.5, 7.4)]. Los hijos de madres que residen cerca de las aplicaciones de insecticidas piretroides, justo antes de la concepción o durante el 3er trimestre estaban en mayor riesgo tanto para la TEA y RD, con OR que van desde 1,7 hasta 2,3. Riesgo de RD se incrementó en aquellas aplicaciones de carbamatos cerca de la residencia, pero no se identificó ningún período vulnerable específico.
Conclusiones: Este estudio de TEA refuerza la evidencia que relaciona los trastornos del neurodesarrollo con la exposición a pesticidas durante la gestación y en particular los organofosforados y proporciona nuevos resultados con las asociaciones de TEA y RD a igual que piretroides y carbamatos respectivamente.
El abuso de medicamentos recetados, es el uso de un medicamento prescripto por un profesional, de una forma no prevista por el médico tratante. El abuso de medicamentos recetados o de uso problemático incluye todo, desde tomar analgésico porque se lo indicaron a un amigo para su dolor de espalda hasta inhalar o inyectar pastillas molidas para obtener «bienestar», etc. El abuso de drogas puede llegar a ser permanente y compulsivo, a pesar de las consecuencias negativas que las mayorías de las veces generan.
Abuso de medicaciones recetadas
El mal uso de medicamentos recetados es un problema creciente y puede afectar a todos los grupos etarios, aunque es más común en las personas jóvenes. Los medicamentos recetados más frecuentemente usados incluyen analgésicos opioides, sedantes, ansiolíticos y los estimulantes.
La identificación e intervención temprana del abuso a medicamentos prescritos puede evitar que el problema se convierta en una adicción.
Síntomas
Los signos y síntomas de abuso de medicamentos dependen del tipo de medicamento específico que se ingiera. Debido a las propiedades de alterar la mente, los medicamentos de venta con receta que más se consumen son:
Los opioides, como la oxicodona y los que contienen hidrocodona, utilizados para tratar el dolor y como antitusivos.
Los medicamentos ansiolíticos y sedantes, tales como las benzodiazepinas: alprazolam, flunitrazepam, clonazepam y diazepam, y los hipnóticos, tales como zolpidem, utilizado para tratar la ansiedad y los trastornos del sueño.
Los estimulantes, como el metilfenidato, dextroanfetamina y anfetamina, que se utiliza para tratar el trastorno por déficit de atención / hiperactividad (TDAH) y ciertos trastornos del sueño.
Los signos y síntomas de abuso de medicamentos recetados
Analgésicos Opiáceos
Sedantes y Ansiolíticos
Estimulantes
Estreñimiento
Somnolencia
Disminución del apetito
Náusea
Confusión
Agitación
Sensación de excitación (euforia)
inestabilidad al caminar
Alta temperatura corporal
Disminución de la frecuencia respiratoria
trastornos del habla
Insomnio
Somnolencia
Pobre concentración
Hipertensión Arterial
Confusión
Mareo
Arritmia cardíaca
Pobre coordinación
problemas de memoria
Ansiedad
Aumento del dolor con dosis más altas
respiración lenta
Paranoia
Otros síntomas incluyen:
Robo, falsificación o venta de recetas.
Tomar dosis más altas de lo recetado.
Cambios de humor excesivos o agresividad.
Aumento o disminución del sueño.
Dificultad en la toma de decisiones.
Que parece estar inusualmente: excitado, enérgico, acelerado o sedado.
«Perder» continuamente recetas, por lo que frecuentemente solicitan más.
Buscar recetas de diferentes médicos.
Cuándo consultar con un médico:
Se debe hablar con el médico de atención primaria o médico de familia si cree que puede tener un problema con los medicamentos prescritos. Muchas veces, se tiene vergüenza de hablar del tema, pero es importante recordar que los profesionales médicos están capacitados para ayudarle, no para juzgarlo. Es más fácil abordar el problema a tiempo antes de que se convierta en una adicción y lleve a problemas más graves.
Causas
Los adolescentes y los adultos abusan de medicamentos recetados por muchas razones, tales como:
Para sentirse bien o estimulado.
Para relajarse o aliviar el estrés.
Para reducir el apetito o aumentar el estado de vigila.
Para experimentar los efectos mentales de las sustancias.
Para mantener una adicción y prevenir la abstinencia.
Para ser aceptado por sus compañeros o grupo social.
Para tratar de mejorar la concentración y el rendimiento académico o laboral.
Factores de riesgo
Muchas personas con tratamientos médicos regulares, temen que puedan convertirse en adictos a los medicamentos prescritos, como los analgésicos indicados después de una cirugía, etc., sin embargo, las personas que toman fármacos potencialmente adictivos, tal cual como se lo prescribe el médico, es muy infrecuente que abusen de ellos o se vuelvan adictos.
Los factores de riesgo para el abuso de medicamentos recetados incluyen:
Adicciones pasadas o presentes a otras sustancias, incluyendo el alcohol y/o tabaco.
Antecedentes familiares de problemas con abuso de sustancias.
Los jóvenes, especialmente los adolescentes o alrededor de 20 años.
Ciertas condiciones psiquiátricas preexistentes.
La exposición a la presión de grupos o de un entorno social donde hay consumo de drogas.
Acceso fácil a los medicamentos recetados, como tener dichos fármacos recetados en el botiquín casero
La falta de conocimiento acerca de los medicamentos recetados y sus potenciales efectos nocivos
Los adultos mayores y el abuso de medicamentos recetados
El abuso de medicamentos en los adultos mayores es un problema cada vez mayor, especialmente cuando se combinan las drogas con alcohol. Tener múltiples problemas de salud y tomar múltiples medicamentos puede poner en riesgo las personas mayores con el mal uso de drogas o de convertirse en adicto.
Complicaciones
El abuso de medicamentos recetados puede causar una serie de problemas. Los medicamentos recetados pueden ser especialmente peligrosos – e incluso llevar a la muerte – cuando se toman en altas dosis o se combinan con otros medicamentos recetados o ciertos medicamentos de venta libre, o cuando se ingieren con alcohol u otras drogas ilegales.
Las consecuencias médicas
Algunos ejemplos de las graves consecuencias del abuso de medicamentos recetados son:
Los opioides pueden causar presión arterial baja, una frecuencia respiratoria lenta y la posibilidad de un paro respiratorio, o coma. La sobredosis tiene un alto riesgo de muerte. (Ver figura 1)
Figura 1
Los sedantes y medicamentos contra la ansiedad pueden causar problemas de memoria, baja presión sanguínea y respiración lenta. Una sobredosis puede causar coma o muerte. La suspensión repentina del medicamento puede causar síntomas de abstinencia que pueden incluir la hiperactividad del sistema nervioso y convulsiones.
Los estimulantes pueden hacer que la temperatura corporal peligrosamente alta, problemas del corazón, presión arterial alta, convulsiones o temblores, alucinaciones, agresividad y paranoia.
La dependencia física y la adicción
Debido a que los medicamentos con receta que más se consumen activan el centro de recompensa del cerebro, es posible desarrollar dependencia física y adicción.
Dependencia física. La dependencia física (también llamado tolerancia) es la respuesta del organismo al uso a largo plazo. Las personas que son físicamente dependiente de una droga pueden necesitar dosis más altas para obtener los mismos efectos y pueden experimentar síntomas de abstinencia cuando se recorta la dosis o se la interrumpe bruscamente. La dependencia física también puede ser evidente si el cuerpo comienza acostumbrarse al medicamento a lo largo del tiempo, incluso sin cambio de dosis y es suspendido de forma repentina.
Adicción. Las personas que son adictos a una droga pueden tener dependencia física, pero además tomar compulsivamente el medicamento y seguir utilizándolo incluso cuando esa droga empeora su calidad de vida.
Otras consecuencias potenciales incluyen:
Comportamientos de riesgo debido a la falta de criterio
El uso de drogas ilegales
Involucrarse en un crimen
Accidentes de tránsito
Disminución del rendimiento académico o laboral
Relaciones familiares y sociales problemáticas
Datos necesarios para la consulta médica
Su médico de familia puede ser capaz de ayudarle a superar un problema de abuso de medicamentos recetados, sin embargo, si usted tiene una adicción, lo más probable es que sea derivado a un especialista o centro especializado en adicciones .
Para prepararse para su cita, haga una lista de:
Todos los medicamentos que esté tomando, incluyendo los que compra sin receta médica, hierbas y suplementos, así como la dosis y la frecuencia.
Cualquier síntoma que esté experimentando.
Información personal clave, incluidas las principales causas de estrés o cambios recientes de estilo de vida.
Preguntas para hacer a su médico
Entre las preguntas para hacerle a su médico se podría incluir:
¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
¿Cuánto tiempo se necesita para que el tratamiento funcione?
¿Debería ver a un especialista?
¿Cómo se puede manejar otras condiciones de salud durante el tratamiento?
¿Tiene material de lectura que me pueda ayudar?¿Qué sitios web me recomienda?
Su médico puede hacer las siguientes preguntas:
¿Qué medicamentos de prescripción está tomando? ¿Cuánto y con qué frecuencia los toma?
¿Hace cuánto tiempo que tiene este problema?
¿Cuáles son las causas que Ud. considera que lo llevó a esta situación?
¿Qué tan severos son sus síntomas?
¿Tiene antecedentes de abuso de otras drogas o adicción?
¿Usa drogas recreativas? ¿Fuma? ¿Cuánto bebes de alcohol?
Algún miembro de su familia ha tenido un historial de abuso de drogas o adicción?
Estudios complementarios y diagnóstico
Generalmente, los médicos basan el diagnóstico de abuso de medicamentos recetados en la historia clínica y anamnesis (Interrogatorio del médico al paciente). En algunos casos, ciertos signos y síntomas también pueden proporcionar pistas.
Los análisis de sangre o de orina pueden detectar muchos tipos de medicamentos. Estas pruebas también pueden ayudar a rastrear el progreso de una persona que está recibiendo tratamiento desintoxicante.
El médico de cabecera es el médico responsable de la salud de una persona. Ejerce su labor cerca del enfermo y desempeña una función de intermediario o «interprete» entre los pacientes y todos los profesionales vinculados al campo de la salud.
El médico de cabecera es el profesional que conoce realmente a la persona y cuida de su salud
La misión del médico de cabecera, también llamado médico de familia o de medicina general, es primordial y abarca diferentes tipos de intervenciones:
– En la salud, brinda consejos preventivos, controles periódicos
– En la enfermedad establece diagnósticos, efectúa curas, extiende recetas, ofrece consejos y orientación, sugiere las interconsultas con otros profesionales y controla los gastos sanitarios.
Función
El médico de cabecera, es el profesional que conoce bien a sus pacientes, tanto en el sentido médico (antecedentes de salud personales y familiares) como personal (vida privada y profesional).
A menudo, atiende a varios integrantes de una misma familia. Este conocimiento tan amplio resulta muy valioso, ya que permite adaptar los tratamientos a las características del paciente y explicárselos del modo más apropiado. De esta forma se consigue que el paciente siga el tratamiento correctamente.
La calidad de la relación humana y la proximidad hacen del médico de cabecera un interlocutor privilegiado.
Al mismo tiempo, existen profesionales de la medicina que se dedican a una especialidad concreta que sólo tiene en consideración una enfermedad precisa y no a la persona en su integridad.
El médico de cabecera ha sabido constituir una red de especialistas de los que conoce las cualidades y el método de trabajo. Por lo tanto, es el más indicado para solicitar la opinión de un colega especialista. Por medio de un escrito que explica la demanda terapéutica, el paciente puede dirigirse al especialista.
El médico de cabecera puede hacer la síntesis de un tratamiento que requiere la intervención sucesiva de varios especialistas.
La salud de cada persona constituye un gigantesco rompecabezas y el médico de familia dispone del máximo número de piezas para poder comprender y analizar globalmente la salud de los pacientes. Por este motivo, su actuación puede servir para proteger a los pacientes de ciertas enfermedades o complicaciones de las mismas como: eventos cardiovasculares, algunos tipos de cánceres, toxicomanía, depresión, ciertas enfermedades endócrinas, entre otras.
Médico de ciudad vs rural
La vida del médico de cabecera es muy diferente si ejerce en la ciudad o en el ámbito rural. En la ciudad, la práctica varía según la zona en la que trabaje. En algunas zonas populares, predominan las problemáticas sociales.
El médico de cabecera suele ser el único interlocutor de los pacientes en el campo de la salud. Atiende a muchos niños y mujeres embarazadas. En algunos casos se trata de familias que tienen pocos recursos para acudir al pediatra o al ginecólogo. En otras zonas, las demandas pueden ser totalmente diferentes.
El médico rural suele estar solo en su zona de intervención, ya que el hospital y los médicos especialistas, por lo general, están alejados geográficamente. Debe afrontar todo tipo de situaciones, desde pequeñas intervenciones de cirugía menor a determinadas urgencias.
Para hacer sus visitas, ha de recorrer muchos kilómetros, ya que sus pacientes suelen ser ancianos y no disponen de un vehículo ni pueden desplazarse.
Formación continuada
La formación continuada, así como las publicaciones especializadas, los seminarios y los congresos profesionales, permiten al médico adquirir competencias complementarias y poner al día sus conocimientos. El hecho de formar grupo con otros médicos de cabecera o con especialistas es muy interesante; de esta forma, el médico no está aislado en su práctica y, cuando se presenta un caso difícil, puede consultar con otros colegas.
Elección del médico
El primer criterio que hay que tener en cuenta es la calidad profesional del médico, es decir, su capacidad para establecer un buen diagnóstico, prescribir un tratamiento adecuado y orientar al paciente hacia un especialista apropiado.
La proximidad geográfica o el hecho de que el médico se desplace son factores importantes si no se dispone de medio de transporte o si algún miembro de la familia no se desplaza con fiabilidad.
No hay que cambiar muy a menudo de médico, ya que el conocimiento profundo del paciente (de sus antecedentes médicos, de su modo de vida) es importante.
Es recomendable no juzgar al médico por su aspecto o su origen o elegirle simplemente por su precio o su tendencia a recetar en exceso.
La OMS recomienda realizar, por lo menos, 150 minutos de actividad física semanal
El informe proporciona un resumen detallado de la prevención de enfermedades y los beneficios de promoción de la salud de una población físicamente más activa que está firmemente establecido por las últimas evidencias científicas. Esto se basa en una amplía y significativa bibliografía científica resumida en el primer Informe del Comité Asesor de Pautas de Actividad Física – 2008.
El Comité juzgó que el Informe científico de 2008 era un excelente documento y lo usó como base para el informe actual. Está claro sin embargo, que la expansión del conocimiento sobre las relaciones entre la actividad física y la salud durante los últimos 10 años han proporcionado mayores evidencias de los beneficios para la salud, mostró una mayor flexibilidad sobre cómo lograr esos beneficios y demostró que una mayor actividad física en la población puede ser facilitada en una amplia variedad de maneras.
Los 17 miembros del Comité Asesor de las Pautas de Actividad Física de 2018 fueron nombrados en junio 2016 y entraron en servicio en julio de 2016. Se encomendó al Comité que examinara la literatura, especialmente artículos publicados en los últimos 10 años desde la publicación del Informe científico 2008, y que sirvieran para confirmar, expandir o modificar las recomendaciones en ese informe. El comité condujo búsquedas minuciosa de la literatura científica, evaluando y discutiendo detalladamente la calidad de las evidencias y desarrollando conclusiones basadas en la pruebas en su conjunto. La cantidad y calidad del informe refleja este proceso cuidadoso y diligente.
Descubrimientos importantes
Las personas físicamente activas duermen mejor, se sienten mejor y funcionan mejor. El Informe Científico 2018 demuestra que, además de los beneficios de prevención de enfermedades, la actividad física regular proporciona una variedad de beneficios que ayudan a las personas a dormir mejor, a sentirse mejor y a realizar las tareas diarias con más facilidad.
Una fuerte evidencia demuestra que la actividad física moderada a vigorosa mejora la calidad de dormir. Lo hace reduciendo el tiempo que tarda en irse a dormir y reduciendo el tiempo de despertar después de irse a dormir y antes de levantarse por la mañana. También puede aumentar el tiempo del sueño profundo y reducir la somnolencia diurna.
Los episodios únicos de actividad física promueven mejoras agudas en la función ejecutiva para un período de tiempo. La función ejecutiva incluye los procesos del cerebro que ayudan a organizar diariamente actividades y plan de futuro. Tareas como la capacidad para planificar y organizar, el autocontrol e inhibir o facilitar los comportamientos, iniciar tareas y controlar las emociones, todos son parte de la función ejecutiva.
La actividad física también mejora otros componentes cognitivos, incluida la memoria, velocidad de procesamiento, atención y rendimiento académico.
La actividad física regular no solo reduce el riesgo de depresión clínica sino que también reduce los síntomas de depresión entre personas con y sin depresión clínica. La actividad física puede reducir la gravedad de esos síntomas, ya sea que uno tenga pocos o muchos.
La actividad física regular reduce los síntomas de ansiedad, incluyendo tanto los niveles crónicos de ansiedad como así como los momentos agudos de ansiedad que muchas personas sienten ocasionalmente.
Pruebas sólidas también demuestran que la percepción de la calidad de vida mejora con la actividad física regular.
La actividad mejora la función física entre individuos de todas las edades, lo que les permite conducir sus vidas diarias con energía y sin cansancio excesivo. Esto es cierto para los adultos mayores, para quienes mejorar la función física no solo reduce el riesgo de caídas y lesiones relacionadas con caídas, sino también contribuye a su capacidad para mantener la independencia. También es cierto para jóvenes y adultos de mediana edad, ya que la función física mejorada se manifiesta en la capacidad de lograr más fácilmente la tareas de la vida cotidiana, como subir escaleras o cargar comestibles.
Algunos beneficios suceden inmediatamente. Un solo evento de actividad física moderada a vigorosa reducirá la presión arterial, mejora la sensibilidad a la insulina, mejora el sueño, reduce los síntomas de ansiedad y mejora la cognición en el día en que se realiza. La mayoría de estas mejoras se hacen aún más evidentes con el realización regular de la actividad física moderada a vigorosa. Otros beneficios, como el riesgo de enfermedad. reducción y función física, se acumulan dentro de días o semanas después de adoptar una nueva rutina actividad física.
La actividad física reduce el riesgo de un gran número de enfermedades y condiciones patológicas. Los últimos 10 años se ha ampliado, en gran medida, la lista de enfermedades y afecciones para las cuales, una mayor actividad física reduce el riesgo de padecerlas o agravarse. Algunos de los principales resultados incluyen:
Una fuerte evidencia demuestra que mayores volúmenes de actividad física moderada a vigorosa se asocian a prevenir o minimizar el aumento excesivo de peso en adultos, mantiene el peso dentro de un rango saludable previniendo la obesidad. Esto es importante porque perder peso es difícil y costoso.
Una fuerte evidencia demuestra que mayores cantidades de actividad física están asociadas con un menor riesgo de aumento excesivo del peso corporal y adiposidad en niños de 3 a 17 años.
Una evidencia sólida también demuestra que las mujeres más activas físicamente tienen menos probabilidades de ganar peso excesivo durante el embarazo. También son menos propensas a desarrollar diabetes gestacional o depresión pos-parto que sus compañeras menos activas. La salud materna e infantil ha sido, apropiadamente, una prioridad en los Estados Unidos por generaciones. Estos hallazgos indican que la actividad física es una herramienta importante en el mantenimiento de la salud materna y afecta un período de tiempo clave en el que, establecer comportamientos saludables para toda la vida, puede ser beneficioso para las mujeres y sus hijos por igual.
Una fuerte evidencia demuestra que mayores volúmenes de actividad física reducen el riesgo de Demencia y mejora otros aspectos de la función cognitiva. Dada la alta y creciente prevalencia de esta patología en la población mayor y el gasto y angustia que ocasiona el cuidado de las personas con demencia, la importancia de prevenir esta enfermedad es alta.
Por primera vez, el informe científico de 2018 demuestra que la actividad física regular proporciona beneficios en la salud en niños de 3 a 5 años. El Comité de 2008 no pudo llegar a una conclusión sobre esta joven edad debido a información insuficiente. Un incremento sustancial de las evidencias desde entonces ha permitido al Comité de 2018 concluir que, además de la reducción del riesgo de ganancias excesivas en el peso corporal y la adiposidad, la actividad física regular mejora la salud ósea en este joven grupo etario. Estos hallazgos llaman la atención sobre la importancia de establecer conductas saludables de actividad física desde una temprana edad.
En los adultos mayores, sólidas pruebas demuestran que reducen el riesgo de caídas y las lesiones relacionadas con las caídas.
El Comité de 2008 concluyó que la actividad física regular moderada a vigorosa redujo la riesgo de cáncer de mama y colon. El Comité 2018 amplió esa lista para incluir un menor riesgo de cánceres de vejiga, endometrio, esófago, riñón, pulmón y estómago.
Gran parte de la población general ya tiene enfermedad o afección crónica. El comité 2018 ha concluido que, para muchas de estas personas, la actividad física regular puede reducir el riesgo a desarrollar una nueva condición crónica o agravamiento de la condición ya existente mejorando su calidad de vida y función física. Las patologías examinadas por el Comité incluyeron algunas de las más prevalentes, como artrosis, hipertensión arterial y diabetes tipo 2.
Estrategias para lograr mejoras en la actividad física
Los beneficios de la actividad física se pueden lograrse de varias maneras. El rango objetivo de salud pública sugerido en el informe científico de 2008 fue de 500 a 1.000 MET-minuto de ejercicio físico moderado a vigoroso (o 150 a 300 minutos por semana de actividad física de intensidad moderada). El Comité 2018 coincide con este rango objetivo. Desafortunadamente, la mitad de la población adulta de los Estados Unidos no alcanza actualmente este nivel de actividad. El treinta por ciento de la población reporta no hacer actividad física moderada a vigorosa. Por lo tanto, para un gran segmento poblacional, las mejoras importantes en salud son posible a partir de modestos aumentos en la actividad física regular.
El Comité de 2008 informó que las personas inactivas pueden lograr sustanciales ganancias en la salud al aumentar su nivel de actividad, incluso si no alcanzan el rango objetivo. Desde 2008, más información sustancial en la bibliografía científica documenta la importancia de reducir la inactividad, aunque no se alcanzara el rango objetivo de 150 a 300 minutos por semana. A continuación se incluye una breve reseña de los principales hallazgos.
En individuos que realizan poca o ninguna actividad física moderada a vigorosa, reemplazando el comportamiento sedentario con actividad física de baja intensidad reduce el riesgo de todas las causas de mortalidad, incidencia y mortalidad por enfermedad cardiovascular e incidencia de diabetes tipo 2. Antes de este informe, la evidencia no había establecido claramente, que la actividad física ligera podía proporcionar beneficios para la salud.
En individuos cuya cantidad de actividad física moderada a vigorosa está por debajo del actual rango objetivo de salud pública de 150 a 300 minutos, pequeños aumentos en la actividad física de moderada proporcionan beneficios para la salud. No hay umbral que debe superarse antes de que comiencen los beneficios.
Para las personas cuya actividad física está por debajo del rango objetivo de salud pública actual, mayores beneficios pueden ser logrados reduciendo el comportamiento sedentario, aumentando la actividad física moderada o la combinación de ambos.
Para cualquier aumento dado en la actividad física moderada a vigorosa, la ganancia relativa en beneficios es mayor para las personas que están por debajo del rango objetivo de salud pública actual que para las personas que ya están dentro del rango objetivo de la actividad física. Para individuos por debajo del rango objetivo, se dispone de reducciones sustanciales en el riesgo, con aumentos relativamente pequeños de actividad física de intensidad moderada .
Los individuos que ya están dentro del rango objetivo de actividad física pueden obtener más beneficios haciendo actividad física de moderada a vigorosa. Los individuos dentro del rango objetivo ya tienen beneficios sustanciales de su salud.
Momentos o episodios de actividad física moderada a vigorosa de cualquier duración pueden incluirse en el volumen total diario acumulado. Las pautas de actividad física de 2008 para la población recomendaban acumular actividad física de moderada a vigorosa en episodios de 10 minutos o más, la investigación actual muestra que cualquiera sea el tiempo de ejercicio físico moderado a vigoroso cuenta para alcanzar el rango objetivo. Anteriormente, no se disponía de pruebas suficientes para la actividad física episódica menor de 10 minutos de duración. El Comité de 2018 pudo concluir que los episodios de cualquier duración contribuyen a los beneficios para la salud asociados con el volumen acumulado de actividad física.
Todos los esfuerzos para promover la actividad física pueden ser efectivos. El Informe Científico 2008 no incluyó información sobre métodos para promover y facilitar niveles saludables de actividad física. El reporte científico de 2018 incluye un resumen de los principales hallazgos del gran volumen de bibliografía científica sobre la promoción de la actividad física a través de diferentes intervenciones.
Evidencia sólida demuestra que las intervenciones a nivel individual pueden aumentar el volumen de actividad física realizada por jóvenes y adultos, especialmente cuando las intervenciones se basan en teorías y técnicas de cambios de comportamientos.
Programas escolares especialmente de programas de actividad física de componentes múltiples para toda la comunidad pueden ser efectivos.
Cambios ambientales y de políticas que mejoran el acceso a lugares donde las personas puedan desarrollar actividad física, modificando arquitectónicamente el entorno para que soporte mejor las distintas actividades físicas (incluidos transporte físicamente activo), esto, en general, facilita que las personas sean físicamente activas y puede ser eficaz
Información y comunicación tecnológica, incluidos monitores portátiles, teléfono y programas y aplicaciones para teléfonos inteligentes, intervenciones de impresión adaptadas por computadora e Internet, se pueden utilizar para favorecer el autocontrol, enviando mensajes y proporcionando asistencia, todo lo cual puede ser útil en la promoción de la actividad física regular.
Impacto sobre la Salud Pública
El impacto en la salud pública de la actividad física insuficiente y los beneficios potenciales, incluso de pequeños aumentos de actividad en la población, son sustanciales. La información contenida en este informe indica que, además de reducir el riesgo de muerte, mayores cantidades de actividad física regular moderada a vigorosa reduce el riesgo de muchas de las enfermedades o afecciones más comunes y costosas en los Estados Unidos. Enfermedad cardíaca, accidente cerebral, hipertensión arterial, diabetes tipo 2, demencia, depresión, depresión pos-parto, aumento excesivo de peso, caídas con lesiones en ancianos, cáncer de mama, colon, endometrio, esofágico, riñón, estómago y pulmón, son todas enfermedades menos prevalentes entre las personas que están o comienzan con mayor actividad física. Además, este informe proporciona evidencia de que para algunas de estas afecciones, las personas que son o se vuelven más activas, en comparación con sus compañeros con igual afección, tienen un menor riesgo de mortalidad, un menor riesgo de desarrollar otras enfermedades o afecciones crónicas y reducción del riesgo de progresión de la enfermedad que ya tienen. También han mejorado la función física y una mejor calidad de vida.
Cada una de estas condiciones por sí sola aumenta sustancialmente los costos médicos anuales directos e indirectos para el estado. Incluso pequeños aumentos en la actividad física regular moderada a vigorosa, especialmente si se realiza por los individuos menos activos físicamente, reduciría apreciablemente la participación directa e indirecta de la nación en gastos médicos. La cuantificación de los costos atribuibles a una actividad física insuficiente fue más allá del alcance de este comité. Está claro, sin embargo, que las reducciones de costos serían grandes para cualquier estándar.
Más difícil de cuantificar, pero igual de importante, son los beneficios asociados con cómo se sienten las personas todos los días y la energía y vitalidad que tienen para llevar a cabo sus vidas cotidianas. Es difícil realizar cálculos de presupuestos para mejorar la cognición a lo largo de toda la vida, mejorar la calidad de vida, disminuir síntomas de depresión y ansiedad, mejorar calidad de sueño y mejorar función física. Además, la monetización de estos beneficios probablemente no puede describir adecuadamente los beneficios sociales intangibles que se derivan de una población más feliz y más enérgica.
El Futuro
El campo de la actividad física y la salud pública ha madurado notablemente en los últimos 10 años en EEUU y continua desarrollándose a un ritmo rápido. Usando la amplia base científica existente y ayudado por los avances tecnológicos recientes, los aumentos en el conocimiento sobre las relaciones entre la actividad física y una gran variedad de resultados de salud y calidad de vida seguramente continuarán. El comité ha descrito la evidencia actual y los avances recientes en el conocimiento, pero reconoce que en un futuro próximo, el campo generará más información sobre los beneficios de la actividad física y los tipos y volúmenes que proporcionan esos beneficios. Además, las ganancias en el área de promoción de la actividad física son acumulados rápidamente. La transferencia de este nuevo conocimiento a la práctica de salud pública tiene el potencial de mejorar la salud del público estadounidense a un nivel sin precedentes.
Al mismo tiempo, el Comité reconoció que aún existen lagunas importantes en el conocimiento. Se preparo una lista sustancial de recomendaciones de investigación en temas específicos. Seis recomendaciones generales son proporcionadas:
Determinar los efectos independientes e interactivos de la actividad física y el comportamiento sedentario. en múltiples resultados de salud en jóvenes, adultos y adultos mayores.
Determinar el rol y la contribución de la actividad física leve sola o en combinación con actividad física moderada a vigorosa en resultados de salud.
Identificar estrategias de intervención efectiva para aumentar la actividad física a través de acciones en configuraciones múltiples en jóvenes, adultos y adultos mayores. Determinar cómo la efectividad de las intervenciones difieren según el sexo, la edad, la raza, el origen étnico, el nivel socio económico y otros factores.
Fortalecer la comprensión de las relaciones dosis-respuesta entre la actividad física y múltiples resultados de salud en jóvenes, adultos y adultos mayores y especialmente durante el transcurso de la vida entre los diferentes grupos etarios.
Ampliar el conocimiento de la medida en que las relaciones entre actividad física y los resultados salud son modificados por factores demográficos, incluyendo sexo y raza /etnicidad.
Desarrollar sistemas de instrumentación y recolección de datos que mejoren la actividad física.
El acaparamiento de objetos es un trastorno persistente que presenta dificultad para descartar o separarse de posesiones a causa de una percepción de necesidad de guardarlos. Una persona con trastorno de acumulación experimenta angustia ante la idea de deshacerse de los artículos. Esto produce una acumulación excesiva de objetos, independientemente de su valor real.
El acaparamiento crea a menudo tales condiciones de hacinamiento que las casas sobrepasan su capacidad de almacenamiento, quedando sólo vías estrechas y sinuosas para movilizarse dentro de ellas a través de pilas de desorden. Mesadas de cocinas, estufas, mesas, escaleras y prácticamente todas las superficies son usadas para apilar bolsas y objetos. Cuando no hay más espacio en el interior, el desorden se extiende a otros espacios como garaje, vehículos, patios y otras instalaciones de acopio.
El trastorno de acaparamiento varía de leve a severo. En algunos casos, la acumulación puede no tener mucho impacto en la vida cotidiana, mientras que en otros casos se afecta seriamente su funcionamiento.
Las personas con trastorno de acumulación no suelen verlo como un problema, haciendo difícil el abordaje terapéutico. El tratamiento intensivo puede ayudar a las personas con este trastorno a entender cómo sus costumbres y comportamientos se pueden cambiar para que puedan vivir más seguros, con una vida más agradable.
Los síntomas
Conseguir y guardar un número excesivo de objetos, lleva a la acumulación gradual, a un desorden de los espacios del hogar sumado a la dificultad descartar cosas son generalmente los primeros signos y síntomas del trastorno de acaparamiento, que a menudo sale a la superficie durante la adolescencia o en los adultos jóvenes.
A medida que la persona envejece, típicamente comienza a adquirir cosas que no tienen necesidad inmediata, ni espacio físico para almacenarlas. A edad mediana, los síntomas suelen ser graves y pueden ser más difíciles de tratar.
El problema de acaparamiento desarrolla gradualmente con el tiempo, tendencia a tener un comportamiento solitario. Frecuentemente, cuando los allegados se dan cuenta del problema, el desorden ha alcanzado un grado significativo.
Los signos y síntomas pueden incluir:
Adquisición de artículos en exceso que no son necesarios o para los cuales no hay espacio
Dificultad persistente de tirar o desprenderse de las cosas innecesarias, independientemente de su valor real
Sentir la necesidad de guardar objetos, y sentirse molesto por la idea de tirarlos a la basura
Gran desorden, los ambientes llenos de objetos, hasta el punto en que las habitaciones se vuelven inutilizables
Tener tendencia a la indecisión, al perfeccionismo, la evitación, la dilación, y los problemas con la planificación y organización
La adquisición excesiva de objetos y la negativa para descartar artículos da como resultados:
Montones o pilas de objetos desorganizados, tales como periódicos, ropa, papeles, libros u objetos de valor sentimental
Las posesiones que se agolpan y el desorden de sus espacios, dificulta caminar y moverse dentro de sus ambientes, hace que los espacios sean inservibles para los fines previstos, tales como no poder cocinar en la cocina o bañarse en el baño.
La acumulación de basura o alimentos a niveles inusualmente excesivas, falta de higiene
Angustia o problemas significativos de funcionamiento o de mantener la seguridad en su hogar para sí mismo y para los demás
Conflicto con los otros convivientes del hogar, que tratan de reducir o eliminar el desorden de su casa
Dificultad para organizar artículos, a veces perder elementos importantes en el desorden
Los motivos por los cuales las personas con trastorno de acumulación compulsiva suelen guardar objetos son:
Creen que estos artículos son únicos o se van a necesitar en algún momento en el futuro
Los objetos tienen un importante significado emocional, que sirve como un recordatorio de tiempos más felices o en representación de las personas queridas o mascotas
Se sienten más seguros cuando están rodeados por las cosas que guardan
Generalmente no quieren perder nada
El trastorno de acumular es diferente al de coleccionar. Las personas que tienen colecciones, tales como sellos, distintos modelos de automóviles, muñecas, etc., buscan deliberadamente artículos específicos para su colección, los clasifican en forma detallada para mostrarlos cuidadosamente en sus muestrarios. A pesar de que las colecciones pueden ser grandes, no están por lo general desordenadas ni causan el malestar y las alteraciones del estilo de vida que forman parte del trastorno de acumulación.
Acaparamiento de animales
Hay personas que acumulan animales pueden recoger docenas o incluso cientos de mascotas. Los animales pueden ser confinados en el interior o en el exterior. Debido a los grandes números, estos animales a menudo no reciben los cuidados necesarios. La salud y la seguridad de la persona y los animales están en riesgo debido a las condiciones insalubres.
Cuándo consultar a un médico
Si usted o un ser querido tiene síntomas de trastorno de acumulación, hable con un médico o profesional de salud mental tan pronto como sea posible. Algunas sociedades tienen agencias que ayudan con los problemas de acaparamiento.
Causas
No está claro lo que causa trastorno de acumulación. La genética, el funcionamiento del cerebro y los eventos estresantes de la vida están siendo estudiados como posibles causas.
Factores de riesgo
La acumulación, normalmente comienza entre los 11 a 15 años, y tiende a empeorar con la edad. El acaparamiento es más común en los adultos mayores que en los adultos más jóvenes.
Los factores de riesgo incluyen:
Personalidad: Muchas personas que tienen trastorno de acumulación tienen un temperamento que incluye la indecisión.
Historia familiar. Existe una fuerte asociación cuando se tiene un miembro de la familia que ha tenido trastorno de acumulación.
Eventos estresantes de la vida. Algunas personas desarrollan el trastorno acaparamiento después de experimentar un evento estresante de vida que tenían dificultad para hacer frente, como la muerte de un ser querido, el divorcio, el desalojo o la pérdida de las posesiones en un incendio.
Complicaciones
El trastorno de acumulación puede causar varios tipos de complicaciones, incluyendo:
Mayor riesgo de caídas
Lesiones o atrapamientos por el desplazamiento o caída de objetos
Conflictos familiares
Soledad y aislamiento social
Condiciones insalubres que representan un riesgo para la salud
Peligro de incendio
Bajo rendimiento en el trabajo
Cuestiones legales, como el desalojo, denuncias.
Otros trastornos de salud mental concomitantes
Muchas personas con trastorno de acumulación también experimentan otros trastornos de salud mental, tales como:
Depresión
Trastorno de ansiedad
Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
Déficit de atención / trastorno de hiperactividad (THA)
Diagnóstico
Las personas que sufren estas psicopatologías, a menudo no buscan tratamiento para el trastorno de acumulación, sino por otras cuestiones, como la depresión o la ansiedad. Para diagnosticar el trastorno de acumulación, un profesional de salud mental lleva a cabo una evaluación psicológica. Además de las preguntas sobre el bienestar emocional que se hacen a los pacientes, se le puede preguntar sobre el hábito de adquirir o guardar los objetos, lo que lleva a introducirse en el tema del acaparamiento.
El profesional de salud mental puede pedirle permiso al paciente, para hablar con familiares y amigos. Fotos y videos de sus espacios de vida y áreas de almacenamiento afectados por el desorden a menudo son útiles. También pueden hacer preguntas para averiguar si tiene síntomas de otros trastornos de salud mental.
Para el diagnóstico, el profesional de salud mental puede utilizar los criterios de trastorno de acumulación que figuran en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría.
Tratamiento
El tratamiento del trastorno de acumulación puede ser un desafió, debido a que muchas personas no reconocen el impacto negativo que el acumulamiento le ocasiona en sus vidas o no creen que necesiten tratamiento. Esto es especialmente cierto si los objetos o animales le generan satisfacción. Si se les quita estos objetos o animales, suele reaccionar con frustración e ira y rápidamente vuelven a juntar más para ayudar a cubrir las necesidades emocionales.
El tratamiento principal para el trastorno de acumulación es la terapia cognitiva conductual. Los psicofármacos pueden ser añadidos, en particular si también tiene otros trastornos psicológicos como ansiedad o depresión.
Psicoterapia
La psicoterapia, también llamada terapia de conversación, es el tratamiento primario. La terapia cognitiva conductual es la forma más común de psicoterapia que se usa para tratar trastorno de acumulación. Lo ideal es que sea asistido por un terapeuta u otro profesional de salud mental con experiencia suficiente en el tratamiento del trastorno de acumulación
Como parte de la terapia cognitiva conductual, se debe:
Aprender a identificar y cuestionar los pensamientos y creencias relacionadas con la adquisición y guardar los elementos
Aprende a resistir la tentación de adquirir más artículos
Aprender a organizar y categorizar las posesiones para ayudarle a decidir cuáles desechar
Mejorar su toma de decisiones y habilidades de afrontamiento
Suprimir elementos de su casa durante las visitas a domicilio por un terapeuta o un organizador profesional
Aprender a reducir el aislamiento y aumentar la participación social con actividades más significativas
Aprender maneras de aumentar la motivación para el cambio
Asistir a terapia familiar o de grupo
Consultar en forma periódica o tratamientos continuos para ayudar a mantener hábitos saludables
El tratamiento a menudo implica la asistencia de rutina de la familia, los amigos y los organismos para ayudar a eliminar el desorden. Este es particularmente el caso de los ancianos o aquellos que luchan con condiciones médicas que pueden hacer que sea difícil mantener el esfuerzo y la motivación.
Los niños con trastorno de acumulación
Para los niños con trastorno de acumulación, es importante contar con padres involucrados en el tratamiento. A veces llamado el «alojamiento en familia,» a lo largo de los años, algunos padres pueden pensar que permitirle a su hijo obtener y guardar un sinnúmero de objetos puede ayudar a reducir la ansiedad de su hijo. En realidad se obtiene lo contrario, aumento de la ansiedad.
Así, además de la terapia para el niño, los padres necesitan orientación profesional para aprender cómo responder y ayudar a manejar los comportamientos de acumulación de sus hijos.
Medicamentos
Actualmente no hay medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el tratamiento de trastorno de acaparamiento. Por lo general, los medicamentos que se utilizan son para tratar otros trastornos tales como la ansiedad y la depresión que a menudo ocurren concomitantemente con el trastorno de acumulación. Los medicamentos más comúnmente utilizados son los llamados antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS). Se sigue investigando sobre las formas más eficaces de utilizar medicamentos para el tratamiento del trastorno de acumulación.
Preparación para la cita médica
Si usted o un ser querido tiene síntomas de trastorno de acumulación, el médico puede derivarlo a un profesional de salud mental, como psiquiatra o psicólogo, con experiencia en el diagnóstico y el tratamiento del trastorno de acumulación.
Debido a que muchas personas con síntomas de trastorno de acumulación no reconocen que su comportamiento es problemático, los allegados como amigos o miembros de la familia puede experimentar angustia por el acopio que hace su ser querido.
Es posible que desee concurrir primero a solas con un profesional de salud mental para desarrollar un enfoque y trasmitir sus preocupaciones sobre su familiar o amigo. Los profesionales de salud mental puede ayudar a preparar el tenor de la conversación para animar al ser querido a buscar ayuda.
Las personas afectadas con este trastorno, para considerar la posibilidad de buscar tratamiento, deben tener la seguridad en primer lugar, que nadie va a entrar en su casa a tirar sus cosas.
Lo que puedes hacer
Antes de su turno médico, haga una lista de:
Los síntomas que está experimentando, y desde hace cuánto tiempo. Esto ayudará al profesional para saber qué tipo de artículos se siente obligado a guardar y creencias personales acerca de la adquisición y retención de artículos.
Desafíos que han experimentado en el pasado cuando se trata de administrar su desorden.
Información personal clave, incluyendo los eventos traumáticos o pérdidas en su pasado, como un divorcio o la muerte de un ser querido.
Su información médica, incluyendo otras condiciones de salud física o mental con la que usted ha sido diagnosticado.
Cualquier medicamento, vitaminas, suplementos u otros productos a base de hierbas que esté tomando, sus dosis.
Preguntas para hacerle a su profesional de salud mental.
Hágase acompañar, si es posible, por un familiar o un amigo de mucha confianza, para el apoyo emocional y para que le ayude a recordar los detalles controvertidos en la cita. Es útil llevar imágenes y vídeos de los espacios de la casa y áreas de almacenamiento afectados por el desorden.
Autogestión
Estilo de vida y remedios caseros
Además del tratamiento profesional, hay algunos pasos que puede implementar para cuidarse a sí mismo:
Ajustarse al plan terapéutico. Es un trabajo duro y es normal tener algunas dificultades en el tiempo. Pero el tratamiento puede ayudar a sentirse mejor consigo mismo, mejorar su motivación y reducir el acaparamiento.
Aceptar la asistencia. Los recursos locales, organizadores profesionales y seres queridos pueden trabajar con usted para tomar decisiones sobre la mejor manera de organizar el desorden de su casa y permanecer más seguro y saludable. Puede tomar tiempo para volver a un ambiente seguro, la ayuda a menudo es necesaria para mantener la organización de la casa.
Llegar a los demás. La acumulación puede conducir al aislamiento y la soledad, que a su vez puede conducir a una mayor acaparamiento. Si no desea que los visitantes vayan a su casa, debe tratar de salir a visitar a los amigos y familiares. Los grupos de apoyo para personas con trastorno de acumulación pueden hacerle saber que no está solo y le ayudará a aprender acerca de su comportamiento y recursos.
Trate de mantener la higiene personal y baño. Si usted tiene posesiones apiladas en su bañera o ducha, debe tratar de moverlos para que pueda bañarse.
Asegúrese de que está recibiendo una nutrición adecuada. Si no puede utilizar su cocina o llegar a su heladera, es probable que no coma adecuadamente. Trate de limpiar esas áreas para que pueda preparar comidas nutritivas.
Cuídese a Ud. mismo. Recuerde que usted no tiene que vivir en el caos y la angustia, que se merece algo mejor. Concéntrese en sus metas y lo que pueden ganar mediante la reducción de desorden en su casa.
Dar pequeños pasos. Con la ayuda de un profesional, puede hacer frente a un área a la vez. Las pequeñas victorias como ésta pueden conducir a grandes victorias.
Hacer lo que es mejor para sus mascotas. Si el número de mascotas que ha ha crecido más allá de su capacidad para cuidar de ellos adecuadamente, recuérdese que merecen vivir una vida sana y feliz – y eso no es posible si no se les puede proporcionar con una nutrición adecuada, el saneamiento y la atención veterinaria.
Prevención
Debido a que se entiende poco acerca de lo que causa el trastorno de acumulación, no hay forma conocida de prevenirla. Sin embargo, como ocurre con muchos problemas de salud mental, recibir tratamiento a la primera señal de un problema puede ayudar a prevenir que el acaparamiento empeore.